El interés de los niños por las actividades de la cocina indica que allí pasa algo importante para ellos. La cocina, con su doble cualidad de espacio creativo y riguroso, es un ámbito estimulante para curiosear e investigar, para imaginar y disfrutar, y también para ordenarse. Cuando se cocina se ponen en juego los sentidos. Texturas, sabores, aromas, colores tienen lugar en ese lugar de la casa. El asombro y la sorpresa de ver el efecto de la levadura o las modificaciones de colores luego del horneado darán pie a interesantes diálogos entre niños y adultos en una actividad compartida.
Eloise Alemany
Ilustraciones: Johanna Wilhelm